
A la hija que quiero
con profunda pasión.
Pajarito risueño,
luz de mi inspiración
Si querer es sufrir del mal de ausencia
y dolerse del mal de lejanía,
yo te quiero con fuego de ternura
y te adoro con honda idolatría.
Porque aliento la luz de tu recuerdo
y sueño con tu nombre sacrosanto,
y me apena el horror de esta distancia,
que me anega de angustia y desencanto.
Yo quisiera volar,hijita mía,
hacia ti para darte un santo beso
y decirte que ansío tu ventura
y embriagarme de dicha y embeleso.
Y,salvando el espacio,surco el aire
en alas de fantástica ilusión,
para darte un mensaje de esperanza
Y ofrendarte amorosa bendición.
Tus acordes azules son como un concierto
a un divino ensueño de ilusión irreal
Y me pregunto ¿cuanto me amas tú querida?,
siento tu sentir y mi alma se alza hacia un reino ideal.
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