
No quiero pensar nunca en el pasado
porque mi vida ocurre en este instante
y si miro hacia atrás o hacia adelante
confundo lo que soy con lo esperado.
Y no quiero perder ni ser privado
de lo que siempre tiene de incitante
hacer de tiempo y cuerpo una constante,
una presencia en cada paso dado.
Si por recuerdo o sueño nos privamos
gozar de cada instante las bondades,
sabiendo o sin saber nos defraudamos.
Al ser en plenitud, nos integramos.
No hay edad en el hombre ni hay edades
que impidan lo que tanto siempre amamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario